Rostros del Antiguo Egipto

La representación de la figura humana en el Antiguo Egipto fue muy frecuente y se conservan multitud de ejemplos. Estos corresponden generalmente a imágenes de divinidades con forma antropomorfa o imágenes del faraón u otros personajes relacionados con la realeza, pero también vemos  figuras de sirvientes e individuos del pueblo que aparecen realizando trabajos.

En todas las representaciones el cuerpo humano se halla sujeto a un canon de proporciones  que por su tamaño determinaba incluso  la importancia del individuo. Los rostros de los personajes también proporcionaban información. La fisionomía, a menudo muy esquemática, nos hablan del concepto de belleza femenina o masculina propio de la época y de la condición social,  y además los  gestos, absolutamente codificados, y la intensidad de la mirada nos remiten a tiempo en que fue hecha la imagen.

Pocas culturas nos permiten asociar una producción artística con tanta facilidad como la del Antiguo Egipto. La plasticidad y los rasgos son tan característicos y universalmente conocidos que de inmediato nos permiten identificar una imagen.